Tengo la garganta seca ,
y los labios son grietas
me sabe a arena amarga la espera.
Se quiebra en mil pedazos
la huella de tus pasos,
que resuenan lejanos fundidos en ocaso
Traspasando mi sangre,
agujas en quietud ,
latido en remolinos
Voz en el viento ,
sin eco y sin sonidos ,
gritando lo que siento, palabras sin sentido
Ahogando en torbellinos
de deseos que mueren sin haberlos vividos .
Mis manos frían asían tu silencio,
Y voy muriendo ,
descolgando mis dedos
de tu adorado cuerpo,
respiro bocanadas ,
Y solo es la quietud de mi ser que te extraña.
Inútil tiempo yermo,
cayendo al precipicio
es tu adiós sin palabras,
son mis besos olvido,
Con -te quiero- que mueren
al último suspiro que exhala de mis labios.
En el punto final,
es silencio la calma
Después del vendaval
que supone estar vivo